domingo, 7 de septiembre de 2008

Impunidad

Sabemos muy bien que hay cosas en este país que están mal. Pero pocas tan mal como la impunidad reinante. ¿A qué nos referimos con esto? Simplemente a la cantidad de crímenes aberrantes que se cometen casi a diario y permanecen sin justicia. Si nos pusiéramos a recordar detalladamente los temas que recién ayer fueron primicia en los medios y hoy están sepultados 100 m bajo tierra, seguramente nos invadiría la rabia y la impotencia. Son prácticamente incontables los casos de robos, secuestros, asesinatos, abuso infantil, violaciones y trata de personas que aún hoy permanecen sin culpables aparentes y algunos sin procesar siquiera.
Son los casos de Marita Verón, que a pesar de la valerosa lucha de su madre jamás fue encontrada después de más de 6 años, de Lucila Yaconis, violada y asesinada en Nuñez y cuyo atacante identificado aún sigue libre, de Franco Campeggi, quien recibió un brutal disparo en la nuca en un cyber de Moreno, y más, muchos más. Algunos no han recibido siquiera algo de cobertura mediática, pero son las vidas y las almas de cientos de argentinos y argentinas víctimas del dolor y la injusticia. Víctimas más que de la inseguridad de nuestro Estado y los medios de comunicación, que no se preocupan en lo más mínimo por ellos porque son “muertes de segunda”. No son tan relevantes como los crímenes de los countries o los robos a los bancos. La gente lamentablemente se muere ¿no? Los asesinos y criminales existieron y existirán siempre ¿verdad?
Nosotros particularmente, con nuestras obvias preocupaciones cotidianas, tendemos a despreocuparnos y olvidarnos de lo que no afecta a nuestro entorno, a pesar de que podemos ser nosotros mismos las próximas víctimas. La justicia sigue inoperante y sorda a las marchas de familiares y amigos, los medios de comunicación no dan cabida a lo que no es nuevo y morboso, la gente común sin querer tal vez también contribuye a enterrar estos casos en el silencio y el olvido. La impunidad reina y los reclamos ciudadanos son reprimidos y/o ignorados. Así hoy, ¿hasta cuándo?

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